Declaración del EWM tras su reunión en Lyon
Lyon, 4-6 de abril de 2024
Agua para todos, Agua para la Paz. En la reunión anual, el Movimiento Europeo del Agua reafirma la gobernanza pública y democrática del agua, que debe preservarse como bien común frente a cualquier privatización, mercantilización, guerra y acaparamiento.
Frente a las emergencias medioambientales, sociales y políticas, el patrimonio natural y los recursos hídricos deben preservarse mediante la prevención y la protección. Frente a la escasez, la sequía y las inundaciones, la garantía del agua para todos debe tener prioridad sobre el uso industrial o agrícola excesivo o ilegítimo. Es imperativo restaurar los ecosistemas perturbados/destruidos, y la calidad del agua dramáticamente contaminada por insumos químicos, PFAS, microplásticos, entre otros. Para ello hay que asegurar el apoyo a la transición agroecológica y adoptar medidas estrictas sobre el uso y vertido de tóxicos.
La aplicación del derecho humano al agua y al saneamiento para todos exige excluir el agua de la liberalización, la mercantilización, la financiarización y el acaparamiento. La gobernanza del agua debe ser pública, transparente y participativa, con un papel activo de los ciudadanos y los trabajadores. La gobernanza apoyada y acompañada por asociaciones público-públicas, debe garantizar la asequibilidad, la calidad de los servicios y la inversión en infraestructuras y mantenimiento para reducir las fugas de la red.
Los países en vías de adhesión a la UE, especialmente los Balcanes, no deben ser zonas de sacrificio. Sus masas de agua forman parte del sistema hídrico europeo y deben preservarse ante el riesgo de proyectos mineros devastadores; la vecindad de la UE no puede reducirse únicamente a una fuente de extracción de materiales críticos.
El Movimiento Europeo del Agua está extremadamente preocupado por el actual estado de guerra y el crescendo de los conflictos en los que el agua desempeña un papel clave. El agua no puede utilizarse como herramienta geopolítica, o peor aún, como arma de guerra, como en Palestina, Siria-Irak, Ucrania, Turquía y otras regiones. El Movimiento Europeo del Agua reafirma su apoyo sin fisuras a estas poblaciones y a sus refugiados. Pide un alto el fuego inmediato en todos los frentes de guerra y se une al llamamiento de la ONU "Agua para la paz".
Expresa también su preocupación por la creciente militarización de la sociedad y exige el cese y el contraste activo de la criminalización y el descrédito de los movimientos de defensa de los bienes comunes y los derechos fundamentales y, más en general, de la disidencia y la libertad de información y expresión.
Estas instancias se han expresado en una carta abierta a las instituciones de la UE, a los representantes electos y a los candidatos a las próximas elecciones europeas, pidiendo la reanudación inmediata de la Iniciativa para la Resiliencia del Agua, articulada en torno a estos puntos.