El Movimiento Europeo del Agua celebra su reunión anual 2024 en Lyon (Francia) del 4 al 6 de abril.
El Movimiento Europeo del Agua condena el asedio a Gaza e insta a respetar los derechos humanos y el derecho internacional
El Movimiento Europeo por el Agua (EWM) condena enérgicamente el asedio en curso y la negación de agua y otras necesidades básicas a la población de Gaza por parte del gobierno israelí. Hacemos un llamamiento a todos los actores implicados para que respeten los derechos humanos y el derecho internacional en sus acciones.
El Movimiento Europeao del Agua ante la initiativa Blue Deal del Comité Económico y Social Europeo
Fotos: CESE
El Comité Económico y Social Europeo (CESE), órgano consultivo de la Unión Europea (UE), está impulsando una iniciativa destinada a concretar un enfoque global de las políticas europeas del agua. Esta propuesta pretende materializarla en una Declaración que se entregará a la Comisión Europea, al Parlamento Europeo y al Consejo de la Unión Europea en la conferencia de alto nivel "Convocatoria para un Pacto Azul de la UE" en octubre de 2023, durante la Presidencia española del Consejo de la UE. El objetivo del CESE es que el agua sea una de las principales prioridades de la próxima Comisión Europea.
Teniendo en cuenta lo relevante de esta iniciativa, el Movimiento Europeo del Agua concreta a continuación su posicionamiento al respecto, identificando los principales retos y sus propuestas de actuación relacionadas con el agua en el ámbito de la UE, todo ello con objeto de incidir en el proceso de desarrollo y concreción del Pacto Azul.
Declaración del EWM tras su reunión en Lyon
Lyon, 4-6 de abril de 2024
Agua para todos, Agua para la Paz. En la reunión anual, el Movimiento Europeo del Agua reafirma la gobernanza pública y democrática del agua, que debe preservarse como bien común frente a cualquier privatización, mercantilización, guerra y acaparamiento.
Frente a las emergencias medioambientales, sociales y políticas, el patrimonio natural y los recursos hídricos deben preservarse mediante la prevención y la protección. Frente a la escasez, la sequía y las inundaciones, la garantía del agua para todos debe tener prioridad sobre el uso industrial o agrícola excesivo o ilegítimo. Es imperativo restaurar los ecosistemas perturbados/destruidos, y la calidad del agua dramáticamente contaminada por insumos químicos, PFAS, microplásticos, entre otros. Para ello hay que asegurar el apoyo a la transición agroecológica y adoptar medidas estrictas sobre el uso y vertido de tóxicos.
La aplicación del derecho humano al agua y al saneamiento para todos exige excluir el agua de la liberalización, la mercantilización, la financiarización y el acaparamiento. La gobernanza del agua debe ser pública, transparente y participativa, con un papel activo de los ciudadanos y los trabajadores. La gobernanza apoyada y acompañada por asociaciones público-públicas, debe garantizar la asequibilidad, la calidad de los servicios y la inversión en infraestructuras y mantenimiento para reducir las fugas de la red.
Los países en vías de adhesión a la UE, especialmente los Balcanes, no deben ser zonas de sacrificio. Sus masas de agua forman parte del sistema hídrico europeo y deben preservarse ante el riesgo de proyectos mineros devastadores; la vecindad de la UE no puede reducirse únicamente a una fuente de extracción de materiales críticos.
El Movimiento Europeo del Agua está extremadamente preocupado por el actual estado de guerra y el crescendo de los conflictos en los que el agua desempeña un papel clave. El agua no puede utilizarse como herramienta geopolítica, o peor aún, como arma de guerra, como en Palestina, Siria-Irak, Ucrania, Turquía y otras regiones. El Movimiento Europeo del Agua reafirma su apoyo sin fisuras a estas poblaciones y a sus refugiados. Pide un alto el fuego inmediato en todos los frentes de guerra y se une al llamamiento de la ONU "Agua para la paz".
Expresa también su preocupación por la creciente militarización de la sociedad y exige el cese y el contraste activo de la criminalización y el descrédito de los movimientos de defensa de los bienes comunes y los derechos fundamentales y, más en general, de la disidencia y la libertad de información y expresión.
Estas instancias se han expresado en una carta abierta a las instituciones de la UE, a los representantes electos y a los candidatos a las próximas elecciones europeas, pidiendo la reanudación inmediata de la Iniciativa para la Resiliencia del Agua, articulada en torno a estos puntos.