Éxito de la protesta ciudadana
15 de julio 2013, nota de prensa del European Water Movement
Éxito de la protesta ciudadana: El sector del agua ha sido retirado de la propuesta de Directiva relativa a la adjudicación de contratos de concesión
Michel Barnier, Comisario del Mercado interior, el pasado 26 de junio anunció que el sector del agua no haría parte de la Directiva relativa a la adjudicación de contratos de concesión en la Unión Europea. Esta decisión se justifica con la frase “el agua es un bien común fundamental para todos los ciudadanos europeos”, en referencia a la Iniciativa Ciudadana Europea “el agua es un derecho humano” que ha recogido más de 1.7 millones de firmas por toda Europa y que muestra que los ciudadanos europeos no quieren ver sus servicios de agua privatizados.
La mencionada retirada es una gran victoria para los ciudadanos de la Unión Europea y demuestra que protesta masiva y el rechazo mostrado por sindicatos, ciudadanos y representantes electos como en Alemania o Austria puede dar resultados.
Barnier ha repetido que el objetivo de la Directiva no es la privatización del agua y el saneamiento pero un comunicado de prensa de Aquafed, que agrupa a la industria privada del agua muestra que no es así. Aquafed habla de « exclusión peligrosa » cuyo objetivo es « ir contra los intereses de los ciudadanos europeos » utilizando « la democracia como pretexto ».
Nos alegramos que el agua no entre en el campo de esta Directiva, pero somos conscientes que muchos otros sectores aún siguen incluidos en ella, Directiva que tiene como objetivo primario favorecer la inserción de empresas privadas en los servicios públicos, o sea privatización con otro nombre.
La contradicción con la política Europea se muestra claramente en el hecho que aunque el agua haya sido excluida de la Directiva, la Troika (Comisión Europea, ECB, IMF) continúa con su política brutal de privatización en Grecia, Portugal o España.
Nuestra Resistencia a la política de aguas de la UE continuará mientras que la Unión Europea traté al agua como una mercancía y no como un bien común.