Carta a Merkel en contra de la privatización del agua
La crisis europea se verá agudizada por la privatización de servicios públicos.
Estimada Sra. Canciller:
Con gran interés y apoyo por el proyecto común de una Europa unida, no solo seguimos la crisis del Euro sino también las condiciones de austeridad impuestas por la UE, el BCE y el FMI a países como Grecia. En concreto, la requerida privatización de bienes públicos, entre ellos, los servicios de aguas, no favorecerá la recuperación de la economía griega; en el mejor de los casos, solo conducirá a un descenso de la deuda a corto plazo. Para ello, se pretende liquidar elementos esenciales de unos servicios públicos que, por razones obvias, son considerados importantes tanto en nuestra Constitución como en diferentes tratados de la UE. El gobierno federal ha subrayado en más de una ocasión la importancia fundamental de los servicios (alemanes) de aguas, en oposición a los esfuerzos liberalizadores y privatizadores de la Comisión Europea.
Esta visión debería ser válida a lo largo y ancho de toda la UE, ahora y en el futuro, y especialmente en una situación de crisis. En claro contraste, consideramos las condiciones de privatización de la “troika” como una amenaza a la Comunidad Europea y a la esencia de los servicios públicos. Incluso los propios cálculos efectuados por las empresas internacionales de auditoría apoyan la presunción de que las infraestructuras públicas griegas solo resultarán interesantes a los inversores si se venden muy por debajo de su valor real. Para los servicios de aguas, especialmente, este hecho desembocaría en una expropiación de infraestructuras construidas durante generaciones gracias a la solidaridad ciudadana. La liquidación de los servicios municipales de aguas implicaría, al mismo tiempo, una pérdida de espacio económico, político y social para los municipios.
En las ciudades en las que, como Atenas y Salónica, se prevé la privatización de los servicios de aguas, están surgiendo movimientos de oposición. Los servicios de aguas de estas dos ciudades abarcan aproximadamente al 45 % de la población griega. Esta oposición no es sino un eslabón de una cadena de movimientos contrarios a la privatización, que durante el último decieno han ido emergiendo en Francia, Italia, España, Turquía, Rumanía y –no menos– Alemania. A diferencia de la remunicipalización decidida en París, nos referiremos al ejemplo de Berlín, donde la privatización parcial de su empresa pública de aguas ha conducido a un incremento de los costes, tanto para la ciudad como para sus ciudadanos, que no pueden ser revertidos suficientemente.
Las promesas que acompañaban la privatización de los servicios de aguas no se han convertido generalmente en realidades (salvo escasas excepciones), razón suficiente para no seguirlas a nivel internacional. La ideología de competencia que defienden la UE y el FMI no son aplicables al sector de los servicios de aguas, porque este es un monopolio natural que también permanecería como tal en caso de traspaso de su propiedad. Una privatización de los servicios de aguas solo contribuirá a su redistribución a través de los sectores financieros y accionariales. Por consiguiente, desearíamos recomendar al gobierno federal que se comprometa en la protección de los servicios públicos de aguas en toda Europa.
No negamos los problemas originados intrínsecamente en los países más afectados por la crisis. Ofrecer la asistencia técnica y financiera de las empresas públicas de aguas de nuestro propio país, dada su trayectoria de éxito innegable a lo largo de generaciones, a las empresas de suministro griegas para paliar sus déficits estructurales parciales sería un esfuerzo beneficioso y generador de confianza. Consideraríamos que una acción así sí es una contribución real a la solución de la crisis en Europa.
¿Quiénes somos?
Wasser in Bürgerhand (El agua en manos de los ciudadanos) es una alianza nacional de iniciativas a escala local, que se implican en el mantenimiento de un servicio de aguas público y bajo control ciudadano.
Atentamente,
Markus Henn, Berlín
Hans-Werner Krüger, Hamburgo
(en nombre de Wasser in Bürgerhand)