Después de la(s) DMA(s): La extinción de la participación pública en los límites de la democracia
Este documento de XNCA se presentará al VIII Congreso Ibérico en Lisboa sobre Gestión y Planificación del Agua, 5-17 diciembre 2013.
Prácticamente todas las propuestas realizadas por la XNCA (Xarxa per una Nova Culture de l'Aigua) en unas 200 reuniones realizadas en los 16 espacios de participación del primer ciclo de planificación DMA (2006-08) que agrupaban más de una veintena de cuencas fluviales tuvieron dos tipos de respuesta: O bien propuesta descartada por inviable (un eufemismo para decir que no hay consenso con los beneficiarios directos) o bien propuesta descartada por falta de competencias (otro eufemismo para decir que la agencia impulsora del proceso no contaba con la complicidad del resto de los departamentos). Siempre que, pese a todos los formalismos de la tecnocracia participativa, fuimos capaces de poner sobre la mesa de debate cuestiones que afectaban al desarrollo económico, la administración empezó rápidamente negociaciones en paralelo con los beneficiarios directos para que no se preocupasen y pudieran continuar su actividad “por el bien del país” mientras se nos respondía que la propuesta no podía ser aceptada ni estudiada por falta de competencias.
Este sistema administrativo nos ha llevado a plantear si hemos llegado a un punto de no- retorno, respecto a la conveniencia o no que las organizaciones civiles sigan en los procesos de participación pública. En nuestra opinión, cualquier interlocución que tengamos con la administración será mixtificada por nuestros gobernantes para autolegitimarse. Ya no es posible la participación desde dentro del sistema institucional. Nunca se nos va a dar la oportunidad de participar en un espacio deliberativo donde debatir la planificación, aunque siempre se nos intentará engatusar diciendo que este espacio existe en los procesos participativos. La participación que nos proponen sólo será posible mientras no afecte los intereses del actual modelo de crecimiento económico. Por ejemplo, en el caso de Martorell, nos han dejado hablar de cuantos arbolitos queremos en los nuevos parques fluvio-urbanos, pero no de los límites urbanizables de la ribera. En el debate de Vic, hemos podido hablar de cómo alimentar a los cerditos con piensos genéticamente diseñados para que excreten purines con menos nitratos, pero no de la reducción de la cabaña porcina. Y en Sallent nos han permitido hablar de las pequeñísimas medidas de contención de una escombrera minera de cuarenta millones de toneladas de sal (una zanja perimetral de medio metro) pero no de la recuperación de los costes de la contaminación que produce.
Es obvio que el actual modelo económico, institucional y de ordenamiento político crece a partir de la aceleración del consumo de espacio. Por eso es imposible que las comunidades recuperen su capacidad de intervenir sobre el espacio sin limitar el crecimiento capitalista. Pero precisamente es en el espacio y en la memoria donde la comunidad inscribe su cultura: Sin poder soñar utopías espaciales, seremos meros vehículos de transmisión de los intereses del crecimiento económico, seremos comunidades con la historia consumida por la aceleración que impone el sistema imperante. En la fase actual, donde el consumo del territorio es global, nos estamos quedando sin espacio y sin tiempo. Nuestros gobernantes deberían devolver a las democracias la posibilidad de que los ciudadanos interviniesen sobre el futuro de su propio territorio, intervenir en la Historia; de otro modo no tiene sentido hablar de participación pública.
Quizá haya llegado el momento en que seamos mucho más efectivos denunciando el sistema que siendo cómplices de sus propuestas y si este momento todavía no ha llegado nos preguntamos y os preguntamos ¿Cuál será la señal que nos abrirá los ojos? ¿Qué otros caminos podemos seguir?
En nuestra opinión, la situación actual requiere estar atentos a los nuevas formas de expresión de la movilización social, que cuestionan este modelo de globalización. En la XNCA hemos iniciado un debate interno, que os invitamos a compartir, recogiendo experiencias y formas nuevas de trabajo, como la realización de un documental sobre las nuevas atracciones de ocio adulto donde vivir la gran aventura de la participación institucionalizada: “W for water-fake”. Se buscan actores.