Carta abierta al Gobierno Irlandés y a la Comisión Europea
Durante años la ciudadanía europea ha combatido la ola privatizadora del agua, promovida por industria, gobiernos y Comisión Europea, impulsada ahora por la Troika en los países más afectados por la crisis, y adoptada por varios Gobiernos como forma de reducir la deuda. Irlanda es la última victima y los miembros del Movimiento Europeo del Agua quieren mostrar su solidaridad con la ciudadanía irlandesa que está resistiendo contra las tasas sobre el agua impuestas por su gobierno y por la Troika. Queremos también recordarle a la Comisión Europea que debe plantear legislación que reconozca e implemente las peticiones de la Iniciativa Ciudadana Europea por el derecho al agua, la primera en conseguir las firmas necesarias.
Por toda Europa la sociedad ha mostrado su rechazo a la privatización y mercantilización del agua. Lo mostró a través de la ya mencionada Iniciativa Ciudadana Europea, apoyada por casi dos millones de personas. Lo demostró en Grecia al parar la privatización de las empresas pública de agua impuesta por su Gobierno y por la Troika. Lo demostró en Italia con un apoyo masivo al referéndum nacional contra los beneficios de las empresas privadas del agua. Lo hizo a través de consultas populares en Madrid, Berlín, Tesalónica y muchas otras ciudades y pueblos por todo el continente. Este movimiento ha conseguido revertir la tendencia, y en los últimos años 180 ciudades, incluyendo Paris y Berlín, han recuperado el control publico sobre la gestión del agua.
Más de 150.000 personas se movilizaron el 1 de noviembre por toda Irlanda contra las tasas sobre el agua, después de varios meses de protestas y resistencia. Las tasas sobre el agua en Irlanda discriminarían a aquellas personas con menos ingresos económicos y a los desempleados. Supondrían además otro impuesto regresivo en un momento en el que se le han impuesto a la población demasiados sacrificios para salir de una crisis económica que ellos no han provocado. El sistema de gestión pública del agua en Irlanda se financia a través de los impuestos generales, que funcionan de forma progresiva, y la ciudadanía irlandesa ha mostrado claramente que prefiere que siga siendo de esta manera.
La campaña por el derecho al agua en Irlanda puede parecer diferente a las campañas en el resto de Europa, donde en la mayoría de los países ya se cobra por el agua. Pero la lucha es la misma. Resistirse a las tasas sobre el agua significa luchar por el acceso universal al agua como derecho humano. Y significa bloquear futuros intentos de privatización del agua.
El Movimiento Europeo del Agua es una red cuyo objetivo es potenciar el reconocimiento del agua como un bien común y el acceso al agua y al saneamiento como un derecho básico universal. Por lo tanto, apoyamos la resistencia de la ciudadanía irlandesa contra las tasas sobre el agua y pedimos a la Comisión Europea y al Gobierno Irlandés que dejen de presionar para la privatización y mercantilización del agua, que implementen el Derecho Humano al Agua y al Saneamiento tal y como reconoce Naciones Unidas, y a excluir los servicios de agua y saneamiento de las negociaciones de libre comercio.
Atentamente,
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